La Monegrada

El otro día  Daniel, uno de mis compañeros de rutas y entrenos, tambien globero en sus ratos libres cuando no tiene debajo una bici: https://agolpedepedalblog.wordpress.com/  me invito a participar en la "Monegrada" junto a los integrantes del C.C Ebro, ¿Monegrada?¿Que es eso? eso suena a sudor, mucho sudor, dolor de piernas y muchos kilómetros. Y como los ciclistas somos así, pues para allí que fuimos.

Suena el despertador a las 6:00 (madrugón) , pero de esos que solo te obligan a levantarte de la cama por dos motivos: o porque vas  a trabajar, o porque toca rutaza en bici. Era obviamente el segundo caso. 

Lunes festivo en la rivera del Ebro, un grado a las  siete de la mañana y cruzamos Zaragoza centro destino al lugar de partida. Allí estaban los del C.C Ebro resguardados del  frío que tímidamente iba desapareciendo, con las ganas de salir ya para entrar en calor, primeras bromas y foto de rigor.

Salimos de Zaragoza destino Alcubierre, pasando antes por el Alto que lleva el nombre de esta localidad, pero antes el primer incidente, el presidente ha pinchado y no lleva bomba,cosas del oficio, un grupo se para en para en Perdiguera a esperarle y otros tiran para ir adelantando, por delante, ya se han desatado las hostilidades entre los que llevan la competitividad hasta jugando a las chapas, pero como se reagrupa a la gente en Alcubierre se les da cancha para que disfruten y suelten adrenalina.

Una vez superado el alto, se reagrupa a la gente, y partimos dirección Sariñena donde vamos siempre juntos (menos Vasile que libro una competición consigo mismo) y con la inestimable compañía del coche de apoyo, en el cual acompañan voluntarios del C.C Ebro y suficiente avituallamiento del que disfrutarÍamos mas tarde, ofrecido gracias al socio Daniel y su mujer Pili (también fotógrafa del evento).

Por cierto los sándwich de nocilla, mejor que la EPO para Lance Amstrong, mano de santo, comí dos pero podían haber sido diez.....

Avanzan los kilómetros y llega el Alto de Pallaruelo, otra vez sacan el hacha de guerra, yo me mantengo al margen y subo a ritmo en el segundo grupo sin perder de vista a la cabeza. Coronamos y esperamos a los rezagados, todos llegan poco a poco y bajamos rápidos, muy rápidos hacia Castejón donde nos esperaba el merecido descanso y almuerzo. Chapa conmemorativa y foto de rigor con los tres pistoleros que quedaron en pie en el duelo de el puerto de Pallaruelo.

Era ya el kilómetro 95 y nos quedaba la meta en el 158km, pero con el estomago lleno se afronta los kilómetros restantes con mejor cara. Subimos el alto de Castejón donde perdemos algunas unidades, en la bajada perdemos algunas mas, cosas de este deporte, pero finalmente siempre terminabamos reagrupados.

Continuamos dirección a Farlete un grupo de cabeza, un segundo grupo y un tercero formado únicamente por Vasile, todo un personaje, pero que le hecho dos narices y se terminó la Monegrada en solitario casi todo el rato, esta gente del Este de Europa esta hecha de otra pasta, solo hay que ver a Peter Sagan, obviemos similitudes.....

Aire de frente y nos ponemos unos cuantos a hacer relevos hasta el cruce con Villamayor,  así se mitiga un poco y se reparte el cansancio, era el trozo mas pestoso y se hizo muy ameno y rápido. El que quiso participo en los relevos y la verdad que lo pasamos bien,  los que se veían con menos fuerza pues a su ritmo pero sin dejar a nadie   rezagados.

Una vez en la carretera hacia Zaragoza y con el trabajo realizado, ritmo suave (pensando en hidratos de carbono) y vuelta para casa cruzando la Capital del Ebro. Buena ruta pre-cicloturistas, 176km totales por una zona denominada como desierto de Aragón, pero con altos y paisajes dignos de ser recorridos por un cicloturísta  que se precie, la verdad que me sorprendió gratamente y que espero repetir en el 2017.

Únicamente agradecer  desde estas líneas al socio del Pedal Aragonés y del Ebro Daniel Díaz su invitación y al C.C Ebro su compañia y trato como si fuera uno más. Espero que nos veamos en próximas salidas, ambientazo ciclista, buen tiempo y compañerismo del bueno, no se puede pedir más para una mañana de ciclismo.

¡Nos vemos por las carreteras!